Modernidad Líquida

“Modernidad Líquida” es la obra más conocida del filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman. El concepto de “modernidad líquida” Bauman lo introduce explicando que lo liquido es algo que está en un cambio constante y que se adapta a cualquier recipiente. El autor describe la sociedad moderna, donde nada es duradero, contrario a la era de lo solido donde lo sedentario era lo bueno y el territorio era mucho más importante que hoy día.

Para explicar el tiempo de la modernidad líquida, Bauman la aborda desde cinco ideas que se dividen en 5 capítulos distintos: emancipación, la individualidad, la ruptura del espacio/tiempo, el trabajo y la comunidad.

Emancipación: Tanto las fuerzas individuales como las políticas globales resultan insuficientes para atacar los grandes problemas sociales y de desigualdad social. La libertad es un tema que se trata mucho hoy día, Bauman dice: “se abre el abismo entre la auto afirmación del individuo y la capacidad de controlar los mecanismos sociales que la hacen viable para alcanzarla en la colectividad”. Nadie es libre, todos somos esclavos al trabajo.

Individualidad: el ser humano trabaja para construir una identidad, esto termina siendo un viaje incansable por ser uno mismo, diferente a los otros. Cuando “la obediencia al estándar tiende a lograrse por medio de la seducción, no de la coerción y aparece bajo el disfraz de la libre voluntad del individuo, en vez de revelarse como una fuerza externa”.

Espacio/tiempo: La disolución de espacio/tiempo en la modernidad líquida es una de las ideas más interesantes en Bauman, ya que la delimitación de los espacios públicos y privados se ha borrado; los parques son cambiados por los centros comerciales; la vida privada ahora tiene un publico online que conservamos con los “me gusta” de instagram o facebook. Bauman señala que “la modernidad fluida es una época de descompromiso, huida fácil y persecución sin esperanzas”, está marcada por la creación sistemática de los no lugares, espacios vacíos en cuanto a significado.

Trabajo: El trabajo seguro aparece como la nostalgia de la modernidad sólida, donde las personas podían pasar toda una vida en una misma empresa. Sin embargo, ahora existe lo que nombra Bauman el mundo del “desempleo estructural”. Es una “inseguridad” salarial, una “incertidumbre”, que vendrá si deja de existir el siguiente empleo y una continua “desprotección” recae en cualquier individuo. Esto es atribuido a que el capital también toma la liquidez y se mueve de sitio, por lo que la fuerza de trabajo es inestable.

Comunidad: Si bien el proyecto inicial de la modernidad tenía como fin el “bien común”, ya es desplazado por la modernidad líquida, acabando con cualquier idea de comunidad tradicional. “Los miedos, ansiedades y aflicciones contemporáneas son sufridas en soledad. No se suman, no se acumulan hasta convertirse en una causa común ni tienen un discurso específico y menos aún evidente. Cada día es más difícil encontrar comunidades fuertes que logren luchar por un bien común. Es difícil hasta reunir a vecinos de un edificio para tomar decisiones que conciernen a todo el que vive allí.